viernes, 29 de enero de 2016

La caricia perdida - Alfonsina Storni


Se me va de los dedos la caricia sin causa,
se me va de los dedos... En el viento, al pasar,
la caricia que vaga sin destino ni objeto,
la caricia perdida ¿quién la recogerá?

Pude amar esta noche con piedad infinita,
pude amar al primero que acertara a llegar.
Nadie llega. Están solos los floridos senderos.
La caricia perdida, rodará... rodará...

Si en los ojos te besan esta noche, viajero,
si estremece las ramas un dulce suspirar,
si te oprime los dedos una mano pequeña
que te toma y te deja, que te logra y se va.

Si no ves esa mano, ni esa boca que besa,
si es el aire quien teje la ilusión de besar,
oh, viajero, que tienes como el cielo los ojos,
en el viento fundida, ¿me reconocerás?

Alfonsina Storni

martes, 26 de enero de 2016

Hubo un tiempo... ¿recuerdas? - Lord Byron


Hubo un tiempo... ¿recuerdas? su memoria
Vivirá en nuestro pecho eternamente...
Ambos sentimos un cariño ardiente;
El mismo, ¡oh virgen! que me arrastra a ti.

¡Ay! desde el día en que por vez primera
Eterno amor mi labio te ha jurado,
Y pesares mi vida han desgarrado,
Pesares que no puedes tú sufrir;

Desde entonces el triste pensamiento
De tu olvido falaz en mi agonía:
Olvido de un amor todo armonía,
Fugitivo en su yerto corazón.

Y sin embargo, celestial consuelo
Llega a inundar mi espíritu agobiado,
Hoy que tu dulce voz ha despertado
Recuerdos, ¡ay! de un tiempo que pasó.

Aunque jamás tu corazón de hielo
Palpite en mi presencia estremecido,
Me es grato recordar que no has podido
Nunca olvidar nuestro primer amor.

Y si pretendes con tenaz empeño
Seguir indiferente tu camino...
Obedece la voz de tu destino
Que odiarme puedes; olvidarme, no.

Lord Byron

lunes, 25 de enero de 2016

Enamorarse y no - Mario Benedetti


Cuando uno se enamora las cuadrillas
del tiempo hacen escala en el olvido
la desdicha se llena de milagros
el miedo se convierte en osadía
y la muerte no sale de su cueva
enamorarse es un presagio gratis
una ventana abierta al árbol nuevo
una proeza de los sentimientos
una bonanza casi insoportable
y un ejercicio contra el infortunio
por el contrario desenamorarse
es ver el cuerpo como es y no
como la otra mirada lo inventaba
es regresar más pobre al viejo enigma
y dar con la tristeza en el espejo.

Mario Benedetti

miércoles, 20 de enero de 2016

Calma mi sed, amor, en tus vertientes - Miguel Otero Silva


Calma mi sed, amor, en tus vertientes,
enraízame, amor, en tus sembrados,
llévame, amor, por mares encrespados,
clávame, amor, tus uñas y tus dientes.

Di palabras, amor, incoherentes,
gime versos, amor, jamás pensados,
sacude, amor, tus pétalos mojados,
amor, sobre mis huesos combatientes.

Hiéreme, amor, con filo de claveles,
átame, amor, con tu dogal de mieles,
quémame, amor, en tu rosal de fuego.

Cimbra, amor, tu silencio estremecido,
dame tu boca, amor, que la he perdido,
muere conmigo, amor, que ya estoy ciego.

Miguel Otero Silva

lunes, 18 de enero de 2016

Nunca terminaré de amarte - Gloria Fuertes


Y de lo que me alegro,
 es de que esta labor tan empezada,
 este trajín humano de quererte,
 no lo voy a acabar en esta vida;
 nunca terminaré de amarte.
 Guardo para el final las dos puntadas,
 te-quiero, he de coser cuando me muera,
 e iré donde me lleven tan tranquila, 
me sentaré a la sombra con tus manos,
 y seguiré bordándote lo mismo.
 El asombro de Dios seré, su orgullo, 
de verme tan constante en mi trabajo.

Gloria Fuertes.

sábado, 16 de enero de 2016

Hay Amores - Shakira


Ay ! mi piel, que no haría yo por ti 
por tenerte un segundo, alejados del mundo 
y cerquita de mí 

Ay ! mi piel, como el río Magdalena 
que se funde en la arena del mar, 
quiero fundirme yo en ti. 

Hay amores que se vuelven resistentes a los daños, 
como el vino que mejora con los años, 
así crece lo que siento yo por ti. 

Hay amores que se esperan al invierno y florecen 
y en las noches del otoño reverdecen 
tal como el amor que siento yo por ti. 

Ay ! mi piel, no te olvides del mar 
Que en las noches me ha visto llorar 
tantos recuerdos de ti 

Ay ! mi piel, no te olvides del día 
que separó a tu vida, 
de la pobre vida que me tocó vivir 

Hay amores que se vuelven resistentes a los daños 
como el vino que mejora con los años 
así crece lo que siento yo por ti 

Hay amores que parece que se acaban y florecen 
y en las noches del otoño reverdecen 
tal como el amor que siento yo por ti 
yo por ti...por ti...como el amor que siento yo por ti.

Shakira (El amor en los tiempos del cólera)

viernes, 15 de enero de 2016

Si mis manos pudieran deshojar - Federico García Lorca


Yo pronuncio tu nombre
en las noches oscuras,
cuando vienen los astros
a beber en la luna
y duermen los ramajes
de las frondas ocultas.
Y yo me siento hueco
de pasión y de música.
Loco reloj que canta
muertas horas antiguas.

Yo pronuncio tu nombre,
en esta noche oscura,
y tu nombre me suena
más lejano que nunca.
Más lejano que todas las estrellas
y más doliente que la mansa lluvia.

¿Te querré como entonces
alguna vez? ¿Qué culpa
tiene mi corazón?
Si la niebla se esfuma,
¿qué otra pasión me espera?
¿Será tranquila y pura?
¡Si mis dedos pudieran
deshojar a la luna! 

Federico García Lorca

jueves, 14 de enero de 2016

Apnea - Ricardo Arjona


Cabe un siglo en éste martes por la noche, 
dueles más que el peor dolor que se inventó. 
El espejo lanza dardos de reproche, 
hoy empieza lo que ya se terminó. 

La esperanza se tiró por la ventana, 
el insomnio se quedó a vivir aquí 
El ayer lo dejó todo pa’ mañana, 
y el mañana cuando esté, yo ya me fui. 

No consigo respirar, 
hago apnea desde el día en que no estás. 
Caigo hasta el fondo del mar, arañando la burbuja en que no estás. 
Imposible respirar, 
el oxígeno se fue de este lugar. 

Te regalo esta canción desesperada, 
desabrida como lunes por la tarde. 
Colapsado caigo al fondo y en picada, 
y no tengo ni el valor pa’ ser cobarde. 

No consigo respirar, 
hago apnea desde el día en que no estás. 
Caigo hasta el fondo del mar, arañando la burbuja en que no estás. 
Imposible respirar, 
el oxígeno se fue de este lugar. 

Prisa de rendirse y claudicar, 
descenso en espiral profundidad. 
Amnesia de pelear por respirar, 
deseo de rendirse en soledad. 

Oxigeno golpeando una pared, 
el pulso tropezando sin radar. 
Colapsa corazón a su merced, 
morir será mejor que recordar. 

No consigo respirar, 
hago apnea desde el día en que no estás. 
Caigo hasta el fondo del mar, arañando la burbuja en que no estás. 
Imposible respirar, 
el oxígeno se fue de este lugar.

Ricardo Arjona




lunes, 11 de enero de 2016

Humorismos tristes - Luis Gonzaga Urbina


¿Que si me duele? Un poco; te confieso
que me heriste a traición; mas por fortuna
tras el rapto de ira vino una
dulce resignación... Pasó el acceso.

¿Sufrir? ¿Llorar? ¿Morir? ¿Quién piensa en eso?
El amor es un huésped que importuna;
mírame cómo estoy; ya sin ninguna
tristeza que decirte. Dame un beso.

Así; muy bien; perdóname, fui un loco;
tú me curaste -gracias-, y ya puedo
saber lo que imagino y lo que toco:

En la herida que hiciste pon el dedo;
¿que si me duele? Si; me duele un poco,
mas no mata el dolor... No tengas miedo...

Luis Gonzaga Urbina

domingo, 10 de enero de 2016

Oh! cual te adoro - Carolina Coronado


¡Oh, cuál te adoro! Con la luz del día
tu nombre invoco, apasionada y triste,
y cuando el cielo en sombras se reviste
aun te llama exaltada el alma mía.

Tú eres el tiempo que mis horas guía,
tú eres la idea que a mi mente asiste,
porque en ti se encuentra cuanto existe,
mi pasión, mi esperanza, mi poesía.

No hay canto que igualar pueda a tu acento
cuando mi amor me cuentas y deliras
revelando la fe de tu contento;

tiemblo a tu voz y tiemblo si me miras,
y quisiera exhalar mi último aliento
abrasada en el aire que respiras.

Badajoz, 1845
Carolina Coronado

viernes, 8 de enero de 2016

Ella amará a otro hombre - José Ángel Buesa


Ella amará a otro hombre.
Yo voy lejos, andando hacia el olvido.
Y puede suceder que alguien me nombre,
pero ella fingirá no haber oído.

Ella amará a otro hombre:
el tiempo pasa y el amor finaliza,
y es natural que lo que fue una brasa
acabe convirtiéndose en ceniza.

Aunque nadie lo quiera,
envejecen las vidas y las cosas,
y es natural también que en primavera
los rosales den rosas.

Es natural. Por eso,
ella amará a otro hombre, y está bien.
No sé si ya olvidó mi último beso,
ni me importa con quién.

Pero quizás, un día,
oyendo una canción,
sentirá que esa vieja melodía
le cambia el ritmo de su corazón.

O será algún vestido
que yo le conocí,
o el olor del jardín cuando ha llovido,
pero algún día ha de pensar en mí.

O puede ser un gesto,
un modo de mirar,
o ciertas calles, o un botón mal puesto,
o una hoja seca que voló al azar.

Y de alguna manera
tendrá que recordarme, sin querer,
escuchando unos pasos en la acera
como los míos al atardecer.

Será en algún momento,
no importa cuándo o dónde, aquí o allá,
porque el amor, por parecerse al viento,
parece que se ha ido y no se va.

Y si en ese momento ella suspira
y él pregunta por qué,
le tendrá que inventar una mentira
para que nunca sepa por qué fue.

Y él no verá esa huella,
eso tan mío en lo que ya perdí;
y, aunque la pueda amar más que yo a ella,
ella no podrá amarlo más que a mí..!

José Ángel Buesa

"A ratos en mi cabeza, para siempre en mi corazón"
Firenze

miércoles, 6 de enero de 2016

Duérmete ahora, sentimiento mío... - Antonio Carvajal


Duérmete ahora, sentimiento mío.
Déjame en esta paz que me regalan
la silenciosa habitación, las suaves
luces, las tenues llamas.

Ya sé que ayer fue dura la congoja
y no sé cómo el corazón mañana
soportará romper con estos lazos,
con estas quietas brasas.

Pero no me perturbes esta noche
en que mi terca sangre se acompasa
al fluir de otras vidas más serenas,
al soplo de otra gracia.

Y tú, indiscreto pensamiento mío
pájaro equivocado de sus alas,
duerme también y deja que la noche
me abrigue, limpia, el alma.

De "Miradas sobre el agua"
Antonio Carvajal

domingo, 3 de enero de 2016

El escudo - Meira Delmar


Cuánto te quise, amor, cuánto te quiero,
más allá de la vida y de la muerte.
Y aunque ya nunca más he de tenerte,
eres de cuanto es mío lo primero.

Más que el sol del estío, verdadero,
tu recuerdo mitiga, por mi suerte,
la sombra que me ciñe, y se convierte
en la luz que ilumina mi sendero.

Nada ni nadie desterrar haría
de mi frente aquel tiempo jubiloso
en que eterna la dicha parecía.

Contra el olvido y su tenaz acoso
defenderá por siempre y a porfía
su condición de escudo milagroso.

Meira Delmar