jueves, 31 de diciembre de 2015

Fin de año - Marwan


En un par de días acabará éste año
y comenzará uno nuevo,
el primero en que ya no te necesite.

Conduzco el pasado con calma hasta el desguace
y la verdad es que no sé si me alegra del todo
saber que me ha llevado cinco años
superar algo que entendí en cinco minutos:
que nuestra historia era imposible
como mirar la silueta de la lluvia.
Pero ya ves, nunca he sido diestro
en las tareas del olvido,
nací sin saber descifrar bien
la caligrafía de un adiós.

Resulta agotador que en nuestras cabezas
siempre tenga que ser todo para siempre,
y es jodido entender que formo parte
de ese ejército de hombres tristes
del que suelo hablar en los poemas cuando hablo de mí.

Y no es hablar de una edad en que
el sudor dictaba el horario de las sábanas
ni de tu dulce recuerdo
cuando me hacías el amor en la cocina.
No es eso. No siento nostalgia de ti,
sino nostalgia de mí,
del chico que se atrevía
a tener una cita a ciegas con su destino
y volvía, quizá golpeado, pero convencido.

Buscábamos olvidar y lo logramos.
Aquí te dejo la herida de la victoria,
de entender que ese olvido
es saber que en el fondo
no fue posible nuestra historia
y que ahora hay que desaprender el camino
que conduciéndome a esa ciudad llamada nosotros,
me llevó tan, tan lejos de mí.

Marwan




miércoles, 30 de diciembre de 2015

La forma de querer tú - Pedro Salinas


La forma de querer tú
es dejarme que te quiera.
El sí con el que te me rindes
es el silencio.
Tus besos
son ofrecerme los labios
para que los bese yo.
Jamás palabras, abrazos,
me dirán que tú existías,
que me quisiste: jamás.
Me lo dicen hojas blancas,
mapas, augurios, teléfonos;
tú, no.
Y estoy abrazado a ti
sin preguntarte, de miedo
a que no sea verdad
que tú vives y me quieres.
Y estoy abrazado a ti
sin mirar y sin tocarte.
No vaya a ser que descubra
con preguntas, con caricias,
esa soledad inmensa
de quererte sólo yo.

Pedro Salinas

martes, 29 de diciembre de 2015

Quiéreme - Luís Eduardo Aute


Quiéreme, aunque sea de verdad, 
quiéreme, y permíteme el exceso, 
quiéreme, si es posible, sin piedad, 
quiéreme, antes del último beso. 

Quiéreme, haz que se incinere el mar, 
quiéreme, como el vendaval que pasa, 
por el resto de una brasa 
dentro de un glaciar. 

Quiéreme, sin el mínimo pudor, 
quiéreme, con la insidia de la fiera, 
quiéreme, hasta el último temblor, 
quiéreme, como quien ya nada espera. 

Quiéreme, aunque no sepas fingir, 
quiéreme, que de todas mis flaquezas 
sacaré la fortaleza 
para revivir. 

Sabes bien 
que jamás te lo he pedido 
ni jamás te hice un reproche... 
por lo que esta vez te pido, 
ya que no es cosa de dos, 
que tú seas quien me quiera 
como nunca me has querido 
esta noche del adiós... 

Quiéreme, ahora que llegó el final, 
quiéreme, sin mas puntos suspensivos, 
quiéreme, aunque venga el bien del mal, 
quiéreme, como si estuviera vivo. 

Quiéreme, que no entiendo qué hago aquí, 
quiéreme, si no quieres que esté muerto, 
porque todo es un desierto 
fuera de ti. 

Quiéreme, que ya empieza a anochecer, 
quiéreme, aunque sólo sea un instante, 
quiéreme, y hazlo como otra mujer, 
quiéreme, como si fuera otro amante. 

Quiéreme, que mañana ya murió, 
quiéreme, como si el mundo acabara, 
como si nadie te amara 
tanto como yo... 

Sabes bien... 

Luis Eduardo Aute



lunes, 28 de diciembre de 2015

Soneto de la dulce queja - Federico García Lorca


No me dejes perder la maravilla 
de tus ojos de estatua, ni el acento 
que de noche me pone en la mejilla 
la solitaria rosa de tu aliento.

Tengo pena de ser en esta orilla 
tronco sin ramas, y lo que más siento 
es no tener la flor, pulpa o arcilla, 
para el gusano de mi sufrimiento.

Si tú eres el tesoro oculto mío, 
si eres mi cruz y mi dolor mojado, 
si soy el perro de tu señorío,

no me dejes perder lo que he ganado 
y decora las aguas de tu río 
con hojas de mi Otoño enajenado.

Federico García Lorca

domingo, 27 de diciembre de 2015

Arrebátame, amor, águila esquiva... - Antonio Gala


Arrebátame, amor, águila esquiva,
mátame a desgarrón y a dentellada,
que tengo ya la queja amordazada
y entre tus garras la intención cautiva.

No finjas más, no ocultes la excesiva
hambre de mí que te arde en la mirada.
No gires más la faz desmemoriada
y muerde de una vez la carne viva.

Batir tu vuelo siento impenetrable,
en retirada siempre y al acecho.
Tu sed eterna y ágil desafío.

Pues que eres al olvido invulnerable,
vulnérame ya, amor, deshazme el pecho
y anida en él, demonio y ángel mío.

Antonio Gala.

viernes, 25 de diciembre de 2015

Razones de cómo te quiero - Ester Vallbona


Puede que algún día te preguntes si te quiero.
Puede que algún día me preguntes si te quiero.
Y, cuando llegue ese día,
no tendré más remedio que decirte
que te quiero y no.
O mejor,
que sé cómo te quiero y cómo no te quiero,
lo que, en realidad, es decir que sí te quiero.
Así pues, no debería embarcarme en trabalenguas absurdos,
pero ya sabes que me encanta liar, anudar, enrollarlo todo,
y sentarme a esperar que me rescates del embrollo.
Yo sé cómo te quiero.
Te quiero como el mar a las gaviotas,
como el verano a la fruta,
como la voz al silencio,
como la noche a la albura.
Y sé cómo no te quiero.
No te quiero como el yugo que aprisiona.
Ni como el cerco que acorrala.
No te quiero como un lazo que aprieta y ahoga.
Ni como un arma cargada de promesas afiladas.
Yo te quiero como la tinta al papel,
como la palabra a un verso,
como un beso sin cuartel.
Ahora ya sabes cómo te quiero y no.
Y puede que algún día te preguntes si me quieres,
y puede que me quieras y no.

Ester Vallbona,

miércoles, 23 de diciembre de 2015

Poema para encender un amor apagado - Gloria Fuertes


Puedes prohibirme verte, 
y no me quejaré.
Aunque al no verte, cada día
he de morir un poco más.
Pero no me pidas que deje de pensar
(en ti)
ese capricho es el único
que no te puedo dar.
Juega con mis ojos,
entretente con mis lágrimas,
juega con mis sentimientos.
Pero no te dejaré jugar con mi corazón,
porque lo rompiste ¿te acuerdas?
y le he pegado
y no está seco todavía.

Gloria Fuertes

lunes, 21 de diciembre de 2015

Cuando caiga la tarde - Wallada Bint Al-Mustakfi


Cuando caiga la tarde, espera mi visita,
pues veo que la noche es
quien mejor encubre los secretos;
siento un amor por ti,
que si los astros lo sintiesen
no brillaría el sol,
ni la luna saldría y las estrellas
no emprenderían su viaje nocturno.

Wallada Bint Al-Mustakfi (994-1091)

sábado, 19 de diciembre de 2015

Un amor más alla del amor - Roberto Juarroz


Un amor más allá del amor,
por encima del rito del vínculo,
más allá del juego siniestro
de la soledad y de la compañía.
Un amor que no necesite regreso,
pero tampoco partida.
Un amor no sometido
a los fogonazos de ir y de volver,
de estar despiertos o dormidos,
de llamar o callar.
Un amor para estar juntos
o para no estarlo
pero también para todas las posiciones
intermedias.
Un amor como abrir los ojos.
Y quizá también como cerrarlos.

Roberto Juarroz

viernes, 18 de diciembre de 2015

Canción - Piedad Bonnett


Nunca fue tan hermosa la mentira
como en tu boca, en medio
de pequeñas verdades banales
que eran todo
tu mundo que yo amaba,
mentira desprendida
sin afanes, cayendo
como lluvia
sobre la oscura tierra desolada.
Nunca tan dulce fue la mentirosa
palabra enamorada apenas dicha,
ni tan altos los sueños
ni tan fiero
el fuego esplendoroso que sembrara.
Nunca, tampoco,
tanto dolor se amotinó de golpe,
ni tan herida estuvo la esperanza.

Piedad Bonnett

miércoles, 16 de diciembre de 2015

Pisando fuerte - Laura Caro


Hoy es todo distinto:
me sirven los zapatos,
hay café recién hecho,
el espejo me adora
y la luz en la calle
me recuerda que vivo.

Ya está bien de tristezas;
de llorarle a la luna
una noche tras otra,
de empaparme la almohada
y dormir con tropiezos.

Ya está bien de gastar
el tiempo en maquillaje,
de mirar las ojeras
y agachar la cabeza.

Hoy pondré mi sonrisa
sobre todo el vestido,
pintaré de esperanza
los labios y los besos,
y andaré con tacones.

No habrá piedra ni bache
que me amargue el camino;
ni senderos prohibidos,
porque no lo merezco.

No te pongas en medio:
Hoy me asiste la fuerza
y me siento capaz
de aplastar tus serpientes.

Laura Caro

lunes, 14 de diciembre de 2015

En ti me quedo - Ángel González


Así,
en ti me quedo,
paseo largamente tus piernas y tus brazos,
asciendo hasta tu boca, me asomo
al borde de tus ojos,
doy la vuelta a tu cuello,
desciendo por tu espalda,
cambio de ruta para recorrer tus caderas,
vuelvo a empezar de nuevo,
descansando en tu costado,
miro pasar las nubes sobre tus labios rojos,
digo adiós a los pájaros que cruzan por tu frente,
y si cierras los ojos cierro también los míos,
y me duermo a tu sombra como si siempre fuera
verano,
amor,
pensando vagamente
en el mundo inquietante
que se extiende —imposible— detrás de tu sonrisa.

“En ti me quedo” (fragmento final), de Ángel González.

domingo, 13 de diciembre de 2015

Delta - Adrienne Rich


Si has creído que este escombro es mi pasado
hurgando en él para vender fragmentos
entérate de que ya hace tiempo me mudé
más hondo al centro de la cuestión

Si crees que puedes agarrarme, piensa otra vez:
mi historia fluye en más de una dirección
un delta que surge del cauce
con sus cinco dedos extendidos.

Adrienne Rich

jueves, 10 de diciembre de 2015

Este amor - Meira Delmar


Como ir casi juntos
pero no juntos,
como
caminar paso a paso
y entre los dos un muro
de cristal,
como el viento
del Sur que si se nombra
¡Viento del Sur! parece
que se va con su nombre,
este amor.

Como el río que une
con sus manos de agua
las orillas que aparta
con sus manos de agua,
como el tiempo también,
como la vida,
que nos huyen viviéndonos,
dejándonos
cada vez menos nuestros
y más suyos,
este amor.

Como decir mañana
y estar pensando nunca,
como saber que vamos
hacia ninguna parte
y sin embargo nada
podría detenernos,
como la mansedumbre
del mar, que es el anverso
de ocultas tempestades,
este amor.

                Este
desesperado amor.

Meira Delmar

miércoles, 9 de diciembre de 2015

Libertad - Gloria Fuertes


También se puede encontrar la libertad
en solitario,
en-cerrado
entre cuatro papeles,
es decir ¡libre!
Claro que es una libertad canija.
La libertad robusta
sólo la sentiréis encadenados
                            aprisionados
casi ahogados
en los brazos de quien amas y te ama.

Gloria Fuertes


viernes, 4 de diciembre de 2015

Madrigal - Concha Méndez


Ven a mí que vas herido
que en este lecho de sueños
podrás descansar conmigo.

Ven, que ya es la media noche
y no hay reloj del olvido
que sus campanadas vierta
en mi pecho dolorido.

Tu retorno lo esperaba.
De un ángulo de mi vida
voz sin voz me lo anunciaba.

 Concha Méndez 

jueves, 3 de diciembre de 2015

Alba - Federico García Lorca


Mi corazón oprimido
siente junto a la alborada
el dolor de sus amores
y el sueño de las distancias.
La luz de la aurora lleva
semillero de nostalgias
y la tristeza sin ojos
de la médula del alma.
La gran tumba de la noche
su negro velo levanta
para ocultar con el día
la inmensa cumbre estrellada.

¡Qué haré yo sobre estos campos
cogiendo nidos y ramas,
rodeado de la aurora
y llena de noche el alma!
¡Qué haré si tienes tus ojos
muertos a las luces claras
y no ha de sentir mi carne
el calor de tus miradas!

¿Por qué te perdí por siempre
en aquella tarde clara?
Hoy mi pecho está reseco
como una estrella apagada.

Federico García Lorca


martes, 1 de diciembre de 2015

Poema XXXI - Francisco de Figueroa


Maldito seas, Amor, perpetuamente:
tu nombre, tu saeta, venda y fuego:
tu nombre, que con tal desasosiego
me fuerza a andar perdido entre la gente;
tu flecha, que me hizo así obediente
de aquella falsa, de quien ya reniego;
tu venda, con que me hiciste ciego
y así juzgué por ángel la serpiente;
y el fuego sea maldito, cuya llama
no toca al cuerdo, que es muy gran locura,
y al necio sólo su crueldad consiente.
Y así el cuitado espíritu que ama
dirá, tu rostro viendo o tu figura:
"Maldito seas, Amor, eternamente"

Francisco de Figueroa (España, 1535-1588)