martes, 31 de marzo de 2015

Sencillos deseos - Gioconda Belli

Vicente Romero Redondo

 Hoy quisiera tus dedos escribiéndome historias en el pelo
Y quisiera besos en la espalda
Acurrucos
Que me dijeras las más grandes verdades
O las más grandes mentiras
Que me dijeras por ejemplo
Que soy la mujer más linda del mundo
Que me querés mucho
Cosas así
Tan sencillas
Tan repetidas,
Que me delinearas el rostro
Y me quedaras viendo a los ojos
Como si tu vida entera dependiera de que los míos sonrieran
Alborotando todas las gaviotas en la espuma.
Cosas quiero como que andes mi cuerpo
Camino arbolado y oloroso,
Que seas la primera lluvia del invierno
Dejándote caer despacio
Y luego en aguacero.
Cosas quiero como una gran ola de ternura
Deshaciéndome
Un ruido de caracol
Un cardumen de peces en la boca
Algo de eso
Frágil y desnudo
Como una flor a punto de entregarse a la primera luz de la mañana
O simplemente una semilla, un árbol
Un poco de hierba
Una caricia que me haga olvidar
El paso del tiempo
La guerra
Los peligros de la muerte.

Gioconda Belli

viernes, 27 de marzo de 2015

Venecia sin ti - Charles Aznavour


Que profunda emoción 
recordar el ayer 
cuando todo en Venecia me hablaba de amor. 
Ante mi soledad 
en el atardecer 
tu lejano recuerdo me viene a buscar. 
Qué callada quietud 
qué tristeza sin fin 
qué distinta Venecia si me faltas tú. 
Una góndola va 
cobijando un amor, 
el que yo te entregué, dime tú donde está. 
Qué tristeza hay en ti 
no pareces igual 
eres otra Venecia más fría y más gris. 
El sereno canal 
de romántica luz 
ya no tiene el encanto que hacia soñar. 
Como sufro al pensar
 que en Venecia murió 
el amor que jurabas eterno guardar. 
Solo queda el adiós 
que no puedo olvidar, 
hoy Venecia sin ti 
que triste y sola está.


martes, 24 de marzo de 2015

Una maestra en Katmandú - Vicki Sherpa.

Daniel F. Gerhartz

Si miras al mundo con tristeza,
verás un mundo triste.
Si miras al mundo con odio,
odiaras la vida.
Cuando sonría tu corazón
comparte tu dicha.
Cuando llame la primavera a tu casa,
deja que entre,
que colme todos tus rincones,
y cuando te haya saciado su alegría,
sal a la calle y llama de puerta en puerta.

Vicki Sherpa

viernes, 20 de marzo de 2015

Lluvia - Mario Benedetti


La lluvia está cansada de llover
yo/cansado de verla en mi ventana
es como si lavara las promesas
y el goce de vivir y la esperanza

la lluvia que acribilla los silencios
es un telón sin tiempo y sin colores
y a tal punto oscurece los espacios
que puede confundirse con la noche

ojalá que el sagrado manantial
aburrido suspenda el manso riesgo
y gracias a la brisa nos sequemos
a la espera del próximo aguacero

lo extraño es que no sólo llueve afuera
otra lluvia enigmática y sin agua
nos toma de sorpresa/y de sorpresa
llueve en el corazón/llueve en el alma.

del libro "EXISTIR TODAVÍA"

Mario Benedetti

miércoles, 18 de marzo de 2015

La fórmula - Karmelo C. Iribarren

Willem Haenraets


Hay que estar preparados para lo peor

y disfrutar de lo bueno. Esa es

la fórmula. Saber que nada es duradero;

que la palabra siempre es engañosa,

falsa, equívoca; que lo que hoy nos une

eternamente, mañana será polvo, odio quizás,

historia de la mala; que la vida se venga

en la felicidad. Saber que será así,

o podrá serlo. Y vivir como si el tiempo

nos debiese algo, como si fuese nuestro,

exigiéndole al contado lo que nos pertenece.


                                     De Serie B (Renacimiento 1998)
Karmelo C. Iribarren

lunes, 16 de marzo de 2015

Amor de tarde - Mario Benedetti


Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cuatro
y acabo la planilla y pienso diez minutos
y estiro las piernas como todas las tardes
y hago así con los hombros para aflojar la espalda
y me doblo los dedos y les saco mentiras.

Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cinco
y soy una manija que calcula intereses
o dos manos que saltan sobre cuarenta teclas
o un oído que escucha como ladra el teléfono
o un tipo que hace números y les saca verdades.

Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las seis.
Podrías acercarte de sorpresa
y decirme "¿Qué tal?" y quedaríamos
yo con la mancha roja de tus labios
tú con el tizne azul de mi carbónico.

Mario Benedetti

viernes, 13 de marzo de 2015

Condena - Antonio Gala


A trabajos forzados me condena
mi corazón, del que te di la llave.
No quiero yo tormento que se acabe,
y de acero reclamo mi cadena.

Ni concibe mi mente mayor pena
que libertad sin beso que la trabe,
ni castigo concibe menos grave
que una celda de amor contigo llena.

No creo en más infierno que tu ausencia.
Paraíso sin ti, yo lo rechazo.
Que ningún juez declare mi inocencia,

porque, en este proceso a largo plazo
buscaré solamente la sentencia
a cadena perpetua de tu abrazo.

Antonio Gala

lunes, 9 de marzo de 2015

El futuro - Julio Cortázar


 Y sé muy bien que no estarás.
No estarás en la calle, en el murmullo que brota de noche
de los postes de alumbrado, ni en el gesto
de elegir el menú, ni en la sonrisa
que alivia los completos de los subtes,
ni en los libros prestados ni en el hasta mañana.

No estarás en mis sueños,
en el destino original de mis palabras,
ni en una cifra telefónica estarás
o en el color de un par de guantes o una blusa.

Me enojaré amor mío, sin que sea por ti,
y compraré bombones pero no para ti,
me pararé en la esquina a la que no vendrás,
y diré las palabras que se dicen
y comeré las cosas que se comen
y soñaré las cosas que se sueñan
y sé muy bien que no estarás,
ni aquí adentro, la cárcel donde aún te retengo,
ni allí fuera, este río de calles y de puentes.
No estarás para nada, no serás ni recuerdo,
y cuando piense en ti pensaré un pensamiento
que oscuramente trata de acordarse de ti.

Julio Cortázar

sábado, 7 de marzo de 2015

Mediterráneo - Joan Manuel Serrat


Quizá porque mi niñez 
sigue jugando en tu playa,
y escondido tras las cañas
duerme mi primer amor, 
llevo tu luz y tu olor
por donde quiera que vaya,
y amontonado en tu arena 
tengo amor, juegos y penas. 

Yo, que en la piel tengo el sabor
amargo del llanto eterno,
que han vertido en ti cien pueblos
de Algeciras a Estambul,
para que pintes de azul 
sus largas noches de invierno. 

A fuerza de desventuras,
tu alma es profunda y oscura. 

A tus atardeceres rojos 
se acostumbraron mis ojos
como el recodo al camino... 

Soy cantor, soy embustero,
me gusta el juego y el vino,
tengo alma de marinero... 

Qué le voy a hacer, si yo 
nací en el Mediterráneo. 

Y te acercas, y te vas
después de besar mi aldea.
Jugando con la marea
te vas, pensando en volver.
Eres como una mujer
perfumadita de brea 
que se añora y se quiere 
que se conoce y se teme. 

Ay, si un día para mi mal
viene a buscarme la parca. 
Empujad al mar mi barca 
con un levante otoñal 
y dejad que el temporal 
desguace sus alas blancas. 

Y a mi enterradme sin duelo
entre la playa y el cielo... 

En la ladera de un monte,
más alto que el horizonte.
Quiero tener buena vista. 

Mi cuerpo será camino,
le daré verde a los pinos 
y amarillo a la genista... 

Cerca del mar. Porque yo 
nací en el Mediterráneo.


viernes, 6 de marzo de 2015

Me sirve no me sirve - Mario Benedetti


La esperanza tan dulce,
tan pulida, tan triste,
la promesa tan leve,
no me sirve.
No me sirve tan mansa la esperanza

La rabia tan sumisa,
tan débil, tan humilde,
el furor tan prudente
no me sirve.
No me sirve
Tan sabia tanta rabia.

El grito tan exacto
si el tiempo lo permite,
alarido tan pulcro
no me sirve.
No me sirve tan bueno
Tanto trueno

El coraje tan dócil
la bravura tan chirle,
la intrepidez tan lenta
no me sirve.
No me sirve
tan fría la osadía.

Si me sirve la vida
que es vida hasta morirse,
y el corazón alerta sí me sirve.
Me sirve cuando avanza
la confianza.

Me sirve tu mirada
que es generosa y firme,
y tu silencio franco sí me sirve.
Me sirve la medida de tu vida.

Me sirve tu futuro
que es un presente libre,
y tu lucha de siempre
sí me sirve.
Me sirve tu batalla
sin medalla.

Me sirve la modestia
de tu orgullo posible,
y tu mano segura
sí me sirve.
Me sirve tu sendero,
compañero.

Mario Benedetti

lunes, 2 de marzo de 2015

La canción del amor olvidado - Dulce María Loynaz


 Para el amor más olvidado
cantaré esta canción:

No para el que humedece los ojos todavía...
Ni para el que hace ya
sonreír con un poco de emoción...

Canto para el amor sin llanto

y sin risa;
el que no tiene una rosa seca
ni unas cartas atadas con una cinta.

Sería algún amor de niño acaso...

Una plaza gris... Una nube... No sé...

Para el amor más olvidado cantaré.

Cantaré una canción
sin llamar, sin llorar, sin saber...
El nombre que no se recuerda
pudo tener dulzura:

Canción sin nombres
quiero cantarte
mientras la noche dura...

Cantar para el amor que ya no evocan
las flores con su olor
ni algún vals familiar...
Para el que no se esconde entre cada crepúsculo,
ni atisba ni persigue ni vuelve nunca más...

Para el amor más olvidado
-el más dulce...-,
el que no estoy segura de haber amado.

Dulce María Loynaz