jueves, 30 de abril de 2015

Espera - José Manuel Caballero Bonald


Y tú me dices
que tienes los pechos rendidos de esperarme,
que te duelen los ojos de estar siempre vacíos de mi cuerpo,
que has perdido hasta el tacto de tus manos
de palpar esta ausencia por el aire,
que olvidas el tamaño caliente de mi boca.

Y tú me lo dices que sabes
que me hice sangre en las palabras de repetir tu nombre,
de lastimar mis labios con la sed de tenerte,
de darle a mi memoria, registrándola a ciegas,
una nueva manera de rescatarte en vano
desde la soledad en la que tú me gritas
que sigues esperándome.

Y tú me lo dices que estás tan hecha
a esta deshabitada cerrazón de la carne
que apenas si tu sombra se delata,
que apenas si eres cierta
en la oscuridad que la distancia pone
entre tu cuerpo y el mío.

De 'Las adivinaciones'

José Manuel Caballero Bonald

martes, 28 de abril de 2015

Bébetela - Luis Alberto de Cuenca


Dile cosas bonitas a tu novia:
"Tienes un cuerpo de reloj de arena
y un alma de película de Hawks."
Díselo muy bajito, con tus labios
pegados a su oreja, sin que nadie
pueda escuchar lo que le estás diciendo
(a saber, que sus piernas son cohetes
dirigidos al centro de la tierra,
o que sus senos son la madriguera
de un cangrejo de mar, o que su espalda
es plata viva). Y cuando se lo crea
y comience a licuarse entre tus brazos,
no dudes un segundo:
bébetela.

Luis Alberto de Cuenca

jueves, 23 de abril de 2015

Ya he probado las prisas - Marwan


Ya he probado las prisas
el sexo exprés y los amores precipitados
la abolición de los preliminares
los ombligos pasajeros
los te quiero a primera vista
los cuerpos fugaces
las bodas en las vegas
las cremalleras atropelladas
me enamoré de desconocidas
y las desquise a contrarreloj.

Ya no quiero eso.
Necesito un amor a fuego lento.

Marwan.

(Poema extraído del libro "La triste historia de tu cuerpo sobre el mío")

miércoles, 22 de abril de 2015

Como siempre - Café Quijano

Jean Pierre Gibrat

Hoy despierto triste porque ya 
no es como siempre 
ya no despertamos con las bocas 
frente a frente. 

Siento como el tiempo 
nos engaña sin quererlo, 
sufro cada día por echar 
tanto de menos, 
pienso que quizás en la paciencia 
está el remedio ,
pido que juguemos a olvidarnos 
de este tedio. 

Quisiera amarte más y mucho más que como siempre ,
prometo no negarte ni uno solo de mis días, 
te juro no apartarte ni un segundo de mi mente, 
prometo amarte más y mucho más que como siempre. 

Ya no nos decimos lo que tanto nos dijimos 
ya no prometemos lo que siempre prometimos, 

Ahora tengo miedo a pensar en el presente, 
creo que el pasado fue precioso aunque miente, 
quiero acariciarte y comprobar que es lo que sientes, 
busco que tus ojos hoy me miren como siempre. 

Quisiera amarte más y mucho más que como siempre, 
prometo no negarte ni uno solo de mis días, 
te juro no apartarte ni un segundo de mi mente, 
prometo amarte más y mucho mas que como siempre. 

Prometo amarte más y mucho más y mucho más...

martes, 21 de abril de 2015

El ojo de la aguja - Mía Gallegos

Bo Bartllet

VII
Al amor llegué con un grito de seda
y puse las dos mejillas,
el cuerpo y la conciencia.

Nada quedó de mí,
ni siquiera una carta,
ni siquiera un espejo en donde reconocerme.
Mas aprendí a pasar
por el ojo de la aguja,
es decir a perdonar sinceramente.
A dejar la piel en el alambre,
a dolerme desde los pies
a la cabeza.

Lo perdí todo.
Y cuando entendí que no sabía defenderme de la gente,
respondí con una bofetada de ternura,
porque yo sé
que sólo los dulces heredarán la tierra.

Mía Gallegos

lunes, 20 de abril de 2015

El desayuno - Luis Alberto de Cuenca


Me gustas cuando dices tonterías,
cuando metes la pata, cuando mientes,
cuando te vas de compras con tu madre
y llego tarde al cine por tu culpa.
Me gustas más cuando es mi cumpleaños
y me cubres de besos y de tartas,
o cuando eres feliz y se te nota,
o cuando eres genial con una frase
que lo resume todo, o cuando ríes
(tu risa es una ducha en el infierno),
o cuando me perdonas un olvido.
Pero aún me gustas más, tanto que casi
no puedo resistir lo que me gustas,
cuando, llena de vida, te despiertas
y lo primero que haces es decirme:
«Tengo un hambre feroz esta mañana.
Voy a empezar contigo el desayuno».

Luis Alberto de Cuenca

viernes, 17 de abril de 2015

Si me ves triste - Mario Benedetti


Si algún día me ves triste
no me digas nada
Solo quiéreme

Si me encuentras en la soledad
de la oscura noche
no me preguntes nada
Solo acompáñame

Si me miras y no te miro
no pienses en nada
Compréndeme

Si lo que necesitas es amor
no tengas miedo
Ámame

Pero si alguna vez
dejaras de quererme
no me digas nada


Recuérdame.

Mario Benedetti

jueves, 16 de abril de 2015

El escudo - Meira Delmar


Cuánto te quise, amor, cuánto te quiero,
Más allá de la vida y de la muerte.
Y aunque ya nunca más he de tenerte,
Eres de cuanto es mío lo primero.

Más que el sol del estío, verdadero,
Tu recuerdo mitiga, por mi suerte,
La sombra que me ciñe, y se convierte
En la luz que ilumina mi sendero.

Nada ni nadie desterrar haría
De mi frente aquel tiempo jubiloso
En que eterna la dicha parecía.

Contra el olvido y su tenaz acoso
Defenderá por siempre y a porfía
Su condición de escudo milagroso.

Meira Delmar

miércoles, 15 de abril de 2015

Si a veces silencioso y pensativo - Guillermo Blest Gana

Abbey Altson

Si a veces silencioso y pensativo
a tu lado me ves, querida mía,
es porque hallo en tus ojos la armonía
de un lenguaje tan dulce y expresivo.

Y eres tan mía entonces, que me privo
hasta de oír tu voz, porque creería
que rompiendo el silencio desunía
mi ser del tuyo, cuando en tu alma vivo.

¡Y estás tan bella, mi placer es tanto,
es tan completo cuando así te miro,
siento en mi corazón tan dulce en tanto,

que me parece, a veces, que en ti admiro
una visión celeste, un sueño santo
que va a desvanecerse si respiro!

Guillermo Blest Gana

lunes, 13 de abril de 2015

Besos - Gabriela Mistral.


Hay besos que pronuncian por sí solos 
la sentencia de amor condenatoria, 
hay besos que se dan con la mirada 
hay besos que se dan con la memoria. 

Hay besos silenciosos, besos nobles 
hay besos enigmáticos, sinceros 
hay besos que se dan sólo las almas 
hay besos por prohibidos, verdaderos. 

Hay besos que calcinan y que hieren, 
hay besos que arrebatan los sentidos, 
hay besos misteriosos que han dejado 
mil sueños errantes y perdidos. 

Hay besos problemáticos que encierran 
una clave que nadie ha descifrado, 
hay besos que engendran la tragedia 
cuantas rosas en broche han deshojado. 

Hay besos perfumados, besos tibios 
que palpitan en íntimos anhelos, 
hay besos que en los labios dejan huellas 
como un campo de sol entre dos hielos. 

Hay besos que parecen azucenas 
por sublimes, ingenuos y por puros, 
hay besos traicioneros y cobardes, 
hay besos maldecidos y perjuros. 

Judas besa a Jesús y deja impresa 
en su rostro de Dios, la felonía, 
mientras la Magdalena con sus besos 
fortifica piadosa su agonía. 

Desde entonces en los besos palpita 
el amor, la traición y los dolores, 
en las bodas humanas se parecen 
a la brisa que juega con las flores. 

Hay besos que producen desvaríos 
de amorosa pasión ardiente y loca, 
tú los conoces bien son besos míos 
inventados por mí, para tu boca. 

Besos de llama que en rastro impreso 
llevan los surcos de un amor vedado, 
besos de tempestad, salvajes besos 
que solo nuestros labios han probado. 

¿Te acuerdas del primero...? Indefinible; 
cubrió tu faz de cárdenos sonrojos 
y en los espasmos de emoción terrible, 
llenáronse de lágrimas tus ojos. 

¿Te acuerdas que una tarde en loco exceso 
te vi celoso imaginando agravios, 
te suspendí en mis brazos... vibró un beso, 
y qué viste después...? Sangre en mis labios. 

Yo te enseñé a besar: los besos fríos 
son de impasible corazón de roca, 
yo te enseñé a besar con besos míos 
inventados por mí, para tu boca.

Gabriela Mistral


jueves, 9 de abril de 2015

¿Te acuerdas? - Alfonsina Storni



Mi boca con un ósculo travieso
buscó a tus golondrinas, traicioneras,
y sentí tus pestañas prisioneras
palpitando en las combas de mi beso.

Me libró la materia de su peso...
pasó por mí un fulgor de primaveras
y el alma anestesiada de quimeras
conoció la fruición del embeleso.

Fue un momento de paz tan exquisito
que yo sorbí la luz del infinito
y me asaltó el deseo de llorar.

¿Te acuerdas que la tarde se moría
y mientras susurrabas: "¡Mía! ¡Mía!"
como un niño me puse a sollozar?..

Alfonsina Storni

miércoles, 8 de abril de 2015

Vaya uno a saber - Mario Benedetti


Amiga
la calle del sol tempranero
se transforma de pronto
en atajo bordeado de muros vegetales
el rascacielos da la visión despiadada
de un acantilado de poder
los colectivos pasan raudos
como benignos rinocerontes
y en un remoto bastidor de cielo
las nubes son sencillamente nubes
la muchacha cargada de paquetes
es una hormiga demasiado obvia
y en consecuencia la descarto
pero el lisiado de noble rostro
ése sí avanza como un cangrejo
la monjita joven de mejillas ardientes
crece como un hongo sin permiso
el hollín va siendo lentamente rocío
y el olor a petróleo se convierte en jazmín
y todo eso por qué
sencillamente porque
en la primera línea
pensé en vos
amiga.

Mario Benedetti

martes, 7 de abril de 2015

Acuérdate de mí - José Ángel Buesa



Cuando vengan las sombras del olvido
a borrar de mi alma el sentimiento,
no dejes, por Dios, borrar el nido
donde siempre durmió mi pensamiento.

Si sabes que mi amor jamás olvida
que no puedo vivir lejos de ti
dime que en el sendero de la vida
alguna vez te acordarás de mí.

Cuando al pasar inclines la cabeza
y yo no pueda recoger tu llanto,
en esa soledad de la tristeza
te acordarás de aquel que te amó tanto.

No podrás olvidar que te he adorado
con ciego y delirante frenesí
y en las confusas sombras del pasado,
luz de mis ojos, te acordarás de mí.

El tiempo corre con denso vuelo
ya se va adelantando entre los dos
no me olvides jamás. ¡Dame un recuerdo!
y no me digas para siempre adiós.

José Ángel Buesa

lunes, 6 de abril de 2015

La caducidad del paraíso - Marwan


Llega la noche.
descuelgo la desgana de mi vida
y marco en el teléfono la matrícula de tu coche.
aceptas 2 segundos antes de mi propuesta.
Preparo la casa y tacho de golpe
esos renglones que dicen que te perdí.
Abro la puerta como si fuera 6 de enero
y tus ojos al primer disparo pasan a limpio mi biografía,
ese lugar del que no debiste haber salido.

No quiero que acabe este abrazo,
No deberíamos aceptar la caducidad del paraíso.

Me cuentas que has vivido entre paréntesis
y que la soledad es algo parecido a la vida en diferido.
Yo te cuento que estoy hecho a tu medida
como otros están ya hechos a una enfermedad incurable
y te cuento que conocí a otras
pero que querer acostarse con una mujer
no es lo mismo que querer despertarse con ella
porque hay chicas que te alegran la piel
pero no el corazón.

Nos callamos, tú miras el vaso entre tus manos.
La ropa cae y arrastra consigo
una tonelada de tristeza.

Luego duermes y yo pienso
que tal vez sólo sea posible el amor
cuando no lo retienes como a un preso
porque siempre querrá escapar.
Quizá deberíamos aceptar la posibilidad
de la caducidad del paraíso,
tolerar la intermitencia de la felicidad,
no meternos más en la boca la palabra porvenir
y agradecer que estés aquí
ahora.

Marwan